Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 20 minutos
Raciones: para 2 personas
Ingredientes:
♥ 1/3 de taza de soya texturizada fina (1/2 vaso)
♥ 1/2 cebolla mediana
♥ 1/2 pastilla de caldo de verduras
♥ 1/2 taza de tomate frito o salsa de tomate
♥ 1 cucharadita de perejil
♥ 1/2 cucharadita de tomillo
♥ 1/2 cucharadita de chiles secos picados muy finos (opcional)
♥ 2 cucharadas de aceite de oliva
♥ unas cuantas nueces de la india picadas
♥ nachos
♥ 1 lechuga rizada
♥ 1 cucharadita de melaza
Procedimiento:
Calienta 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén mediana y agrega la soya texturizada fina y el tomillo. Remuévela para que se extienda por la sartén y no se queme y deshaz la pastilla de caldo por encima. Cuando se haya dorado ligeramente vierte 1 vaso de agua, ponlo a fuego medio-alto y deja que se hidrate y se evapore el agua sobrante.
Prodedimiento:
Mientras, pica la cebolla bien fina, ponla en una sartén pequeña con una cucharada de aceite de oliva y saltéala un par de minutos a fuego fuerte. Añade una cucharadita de melaza, remuévelo bien uno o dos minutos y retíralo del fuego.
Vigila la soja texturizada y cuando no quede agua saltéala ligeramente y retírala del fuego.
Pon en un bol el tomate frito y ve añadiendo, mientras remueves, primero los chiles, después la cebolla y por último la soya texturizada. Termina espolvoreando con perejil y nueces, y guárdalo en la nevera antes de servirlo con los nachos y la lechuga.
Para que se enfríe antes, procura que tu tomate frito o salsa de tomate esté bien fría dejándola al menos 1 hora en la nevera antes de usarla. Por supuesto, se puede tomar caliente o templado, pero ahora en verano apetecen más platos fríos, y este es especialmente delicioso cuando está fresquito.
Como verás en la foto, he dejado algunos chiles secos fuera del bol del dip, y es porque hay a quien le gustan solos, crujientes y muy picantes. Le da mucha gracia a la receta que pique un poco siendo fría, así que puedes usar cualquier otra especia pungente que te guste (procura no echar demasiada), por ejemplo pimentón picante, cayena, o más suaves como la pimienta blanca la pimienta verde. Eso a tu gusto, si no quieres que pique nada, no le pongas picante.
Los nachos o triángulos de tortilla (de maíz) crujientes son un acompañamiento genial para este dip, tanto por su sabor, que combina pero no predomina, como por su textura crujiente, que lo hace muy agradable. Si no tienes nachos puedes utilizar patatas fritas (chips), tostas de pan crujiente o crackers.
Para esta receta no he hidratado la soya antes de utilizarla, sino que directamente la he tostado y remojado en la sartén. La hago así muchas veces para ahorrar tiempo y conseguir otra textura y sabor, más suelta y con más aroma. No es necesario añadir salsa de soya ni sal porque sólo con el caldo de verduras, el aceite y el tomillo queda estupenda. Además, el tomate frito o salsa de tomate que vayas a usar ya estará sazonado, y si añadimos más sal a la cebolla y a la soya texturizada, nos quedará demasiado salado. Piensa que también los nachos son salados. Tiene el balance perfecto de sabores, como mucho puedes añadir alguna especia más.
Para la lechuga puedes preparar un aliño o dejarla tal cual (lavada y cortada) para incorporar a la hora de comer el dip con los nachos. Si quieres aliñarla te recomiendo algo más bien suave, con zumo de limón y aceite de oliva de variedad hojiblanca, que es suavecito pero con sabor.
**Receta de http://creativegan.net**
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